Nuestra primera trattoria. Nadie en París quería comprar este viejo restaurante corso de 32 años de antigüedad, ya que era un pasillo largo y estrecho escondido en el Passage de la Main-d’Or. Pero con un poco de imaginación, fuimos capaces de reconocer que este indeseado espacio poseía todo el encanto de una típica trattoria italiana: paredes de ladrillo, piedra vieja… básicamente un espacio súper acogedor con un gran y sexy karma. En cuanto a la comida, es una oda a las cosas que nos gustan: ingredientes sorprendentes importados directamente de nuestros productores en Italia, pizzas napolitanas a leña hechas con el más puro respeto a la tradición, pasta fresca hecha a mano (no te pierdas la pasta de trufa) y 180 tipos de vinos que obtenemos directamente de los propios vinicultores. Ah, y una última cosa, si pides un vaso de vino y te sirven una jarra de agua, no se alarme: nuestro personal es 100% italiano.
Solicitud de
privatización